
No es ninguna tontería contar con un seguro de responsabilidad civil que cubra los posibles daños que pueda causar nuestro perro. Algo obligatorio en el caso de las razas peligrosas (de guarda y presa, como rottweilers, pit bulls, dogos argentinos, bull terriers...), que además deben ampliar la cobertura a 120.000 euros.
Por muy mansurrón que sea el viejo Toby, es perfectamente posible que tenga una trifulca con otro perro, que empuje y haga caer a un niño o a un anciano o que se escape corriendo del parque y provoque un accidente de tráfico.
Existen numerosas compañías de seguros con diversas modalidades de pólizas. Normalmente los precios varían entre los 30 y los 100 euros anuales, dependiendo de las coberturas.
Empresas como Mapfre Agropecuaria, Kalibo u Ocaso permiten también asegurar al animal en caso de robo, pérdida o accidente.
También es posible que el seguro del hogar cubra a nuestras mascotas, aunque no está de más cerciorarse de la cobertura exacta.
Si el animal es de una de las razas peligrosas, no se puede ocultar a la empresa de seguros, ya sea una contratada específicamente para asegurar a su mascota o la que asegura su hogar. De no hacerlo, en caso de necesitar dar un parte se puedes encontrarte con que el seguro se desentiende.
También hay que avisar a la compañía en caso de fallecimiento, venta, pérdida o regalo del animal.
Fuente 20minutos.es
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