domingo, 20 de diciembre de 2009

Qué pasa si su aseguradora quiebra


Los contratos de seguros suelen seguir vigentes hasta la disolución real. En este caso, lo habitual es que el Consorcio pague el 100% de los compromisos pendientes

20.12.09 - 02:14 -PATRICIA PÉREZ Fuente lasprovincias.es

No presenta, ni de lejos, los mismos problemas que el sector financiero. Pero en el ámbito asegurador también en los últimos años se ha incrementado el número de compañías con problemas. La Corona, Centro Asegurador, Mutua Valenciana Automovilista... Son sólo algunas de las entidades intervenidas por la Dirección General de Seguros (DGS). No obstante, los motivos de la intervención pueden ser muy variados: irregularidades contables, problemas financieros subsanables, fracaso del proyecto...
Además, también en algunos casos compañías en dificultades recurren a una fusión para poder continuar con su actividad. Pero, ¿cómo impactan estos cambios sobre el cliente asegurado? ¿Cómo le afecta que su aseguradora esté al borde la quiebra? ¿Qué pasa si cuenta con un seguro de vida ahorro?
Lógicamente, la repercusión será distinta, según el procedimiento adoptado.

Irregularidades

La reciente intervención de Seguros La Corona es uno de los casos que ilustran una intervención por anomalías financieras. Desde la DGS aseguran que la intervención se produjo por «irregularidades contables y deficiencias significativas de control interno». Desde el punto de vista del asegurado, sin embargo, este tipo de intervenciones no tienen apenas impacto, sea cual sea el ramo en el que operen. Tanto si la compañía presta servicios en el ramo de vida ahorro o de no vida, la actividad sigue su curso sin más. Los contratos de seguros abiertos siguen vigentes y la entidad puede seguir vendiendo nuevas pólizas. En el caso concreto de La Corona, desde la DGS admiten que la medida «no lleva aparejada la suspensión de contratación de nuevos seguros ni la prohibición de prórroga de los ya vigentes». De momento, el supervisor sí que ha sustituido a la cúpula de la compañía por dos administradores públicos.

Fusión salvadora

Otra manera de sacar a flote una aseguradora con problemas es propiciar una fusión, habitualmente por absorción, por parte de otra empresa. En estos casos, los asegurados sí que pueden notar cambios. Por ejemplo, recientemente Divina Pastora asumió la absorción de la cartera de pólizas de Cisne Aseguradora y la posterior liquidación de esta sociedad. Ignacio Machetti, director general del Consorcio de Compensación de Seguros, afirma que «mientras los seguros estén en vigor, aunque una compañía fusione a otra, las condiciones y cláusulas de los contratos deben respetarse». En el caso de los seguros de ahorro, si una entidad es absorbida por otra, será la nueva la que asumirá los compromisos de pagos pendientes. Otro escenario se abre, sin embargo, ante la renovación de un seguro. En este caso, las condiciones de las nuevas pólizas las impone la compañía que fusiona, que puede desarrollar una gestión comercial bastante diferente a la de la entidad que ha sido absorbida.

Disolución

Sin duda, la situación que mayor nerviosismo genera a un asegurado es la quiebra declarada de su entidad. En este caso, es el Consorcio de Compensación de Seguros el que entra en funcionamiento. Ignacio Machetti apunta que en la actualidad no existe un mínimo legal que indique cuánto tienen que pagar a los asegurados. Sin embargo, la historia real muestra que, en general, el Consorcio ha abonado prácticamente el 100% de los compromisos pendientes de pago. Esta institución también se encarga de pagar las indemnizaciones contempladas en las pólizas todavía vigentes cuando los asegurados por la entidad desaparecida sufren un siniestro.

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