martes, 29 de septiembre de 2009

Condenada en Valladolid a cinco años una comerciante que quemó su tienda a propósito para cobrar el seguro


VALLADOLID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Valladolid impuso una condena de cinco años y tres meses de prisión a la comerciante vallisoletana María Antonia G.P, a la que consideró responsable de haber prendido fuego la madrugada del 18 de julio de 2004 a la tienda 'Multiprecios Sami Fashion' que regentaba junto a su hija en la calle Mirabel de Valladolid con el único propósito de cobrar el seguro debido a la mala marcha del negocio.

En su fallo, la Sala consideró a la acusada autora de un delito de incendio en concurso con un delito de estafa, en grado de tentativa, y condenó a ésta a una pena de cinco años de prisión por el primero y a otros tres meses de privación de libertad por el segundo, junto con la obligación de indemnizar con 15.406,24 euros a la compañía Seguros Ocaso S.A. y con 1.073,28 a Fiatc Mutua de Seguros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La condena contrasta con la absolución pedida por la defensa, mientras que el Fiscal y la acusación particular habían solicitado para la procesada ocho años de cárcel.

La Audiencia vallisoletana, al igual que sostuvieron en el juicio las acusaciones, fundamentó su convicción sobre la culpabilidad de la comerciante en el testimonio aportado por tres testigos, uno de ellos bombero interino en Medina de Rioseco y titular de un bar próximo a la tienda siniestrada, que ratificaron haber visto la madrugada de autos a María Antonia G.P. salir del comercio al poco de iniciarse el fuego.

El bombero, que testificó en la segunda y última jornada del juicio celebrado en la Audiencia de Valladolid, precisó que vio a la acusada salir del comercio, ya en llamas, sobre las 06.00 horas y que ésta únicamente le espetó al verle que había ido a por unas toallas.

"Aquello no me pareció lógico, no estaba asustada ni sorprendida", advirtió el testigo, quien añadió que la acusada desapareció del lugar mientras él se dedicó a tratar de sofocar el fuego con dos extintores que tenía en el bar, no sin que antes llamara a los bomberos y diera la voz de alarma para que los vecinos de los pisos superiores desalojaran el inmueble.

COMPORTAMIENTO "ILÓGICO"

En este sentido, el Ministerio Fiscal, que solicitaba indemnizaciones por importe superior a los 16.500 euros, calificó de "ilógico para cualquier persona normal" que la acusada, pese a que su local estaba en llamas, se subiera una hora después con unos amigos al Tren Playero con destino a Santander.

"No estaba asustada, no pidió ayuda a nadie y encima se fue a pasar el día a la playa", indicó la acusadora pública, quien, por tal motivo, censuró el "absoluto desprecio" que la presunta autora del incendio mostró por las vidas y la suerte que pudieran correr los inquilinos de las viviendas, máxime cuando todos estaban durmiendo a esa hora.

La fiscal y la acusación particular, en representación esta última de Ocaso S.A, la aseguradora que abonó los daños en la fachada de la comunidad de vecinos, recordaron además que la única beneficiaria del fuego era la propia acusada, ya que era "vox populi", como así declararon algunos testigos, que la tienda iba muy mal, hasta el punto de que sus escaparates llegaron a lucir carteles de 'liquidación por cese de negocio', a lo que añadieron el hecho de que días antes del siniestro tanto ella como su hija hubieran sacado abundante género del local y que medio año antes la procesada, casualmente, hubiera suscrito un segundo seguro para cubrir tanto el continente como el contenido en caso de incendio.

Pese a reconocer lo elevado de la pena pedida, la acusadora pública recordó que el delito imputado a la procesada es de "extrema gravedad" debido al serio riesgo que corrieron las vidas de los vecinos del edificio, toda vez que las llamas llegaron a la altura de las ventanas de los primeros pisos.

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