viernes, 11 de septiembre de 2009

España, segundo emisor mundial con más seguros de quiebra contratados


El reino de España ocupa el segundo lugar del mundo como emisor sobre el que más seguros se han contratado para cubrirse de un potencial riesgo de impago. Los inversores internacionales mantienen abiertos contratos de protección respecto a bonos soberanos por un volumen neto que asciende a 11.747,7 millones de dólares, unos 8.100 millones de euros. Sólo Italia supera a España.

Fernando Martínez - Madrid - 11/09/2009

Miedo a España? Cuanto menos, cierta desconfianza. De acuerdo con los datos que semanalmente publica la asociación internacional de derivados financieros (ISDA, en sus siglas en inglés), los bonos soberanos españoles son el segundo activo del mundo sobre el que se mantienen más contratos de seguro de impago. Para comprar esta protección, los inversores recurren a los llamados CDS (Credit Default Swaps), que consisten en una prima que el comprador paga para asegurar la devolución de la inversión cubierta. El volumen neto de deuda española protegida es, no obstante, muy limitado: la cantidad total que los vendedores de CDS tendrían que pagar en caso de colapso de España es de unos 8.100 millones. Para hacerse una idea, el déficit previsto para este año por el conjunto de las administraciones públicas equivale al 9,5% del PIB, unos 95.000 millones de euros.

"España goza de poca popularidad en el mercado internacional", reconoce Juan Ramón Caridad, socio de Atlas Capital. "Se ve como una economía basada en dos motores sobre los que hay mucha incertidumbre: el negocio bancario y el inmobiliario. A la hora de comprar protección, es más sencillo adquirir CDS sobre bonos soberanos que sobre empresas privadas", explica el experto.

A España sólo le supera Italia, con un volumen neto de 21.770 millones de dólares (algo más de 15.000 millones de euros). General Electric es la primera corporación que figura en esta lista, con un saldo vivo de 11.185,2 millones de dólares (7.713 millones de euros). Los datos los publica ISDA, pero proceden de DTCC (Depositary Trust & Clearing Corporation), la cámara de compensación más importante de EE UU.

Conviene relativizar y desdramatizar las cifras. La DTCC tiene contabilizado un saldo vivo global neto de 2,5 billones de dólares, lo que significa que los contratos sobre deuda soberana española no llegan ni al 0,5% del total.

Los CDS pueden ser vistos como un seguro de impago, pero con una característica muy peculiar: para asegurar una vivienda es preciso ser el propietario de dicho inmueble; en cambio, se puede comprar un CDS sobre Telefónica sin tener en cartera bonos de esa compañía.

Claves. Un mercado bajo revisión
¿Los CDS pueden ser considerados como un indicador de riesgo fiable o se trata más bien de un activo para la inversión?

Hay partidarios de los dos puntos de vista. Muchos fondos de inversión tienen el mandato de reducir exposición a todos aquellas empresas o instituciones sobre las que haya CDS con primas superiores a los 400 puntos básicos. Los analistas inciden en que siempre que el CDS sobre un emisor concreto aumenta, eso implica que el mercado está percibiendo que esa empresa o entidad está atravesando alguna clase de problema. Por otra parte, anticiparse y adquirir un CDS antes de que la prima comience a subir puede convertirse en un jugoso negocio.

¿Quién puede invertir en este negocio?

Se trata de un mercado para especialistas. “Es una actividadmuy profesionalizada. No puede acudir la gente de la calle e incluso algunos fondos tienen vetado invertir en derivados”, expone Miguel Lafont, experto en mercados de capitales para instituciones financieras de Société Genérale. “Esto entraña un riesgo, hay un flujo constante de entrada y salida de inversiones, lo que hace que los CDS, aún siendo buenos indicadores de riesgo, tiendan a exagerar al alza y a la baja los movimientos”, subraya Lafont. Esto implica que tomar los derivados como un termómetro de cómo percibe el mercado la situación de una determinada empresa proporcionará en un muchos casos una lectura distorsionada de la realidad.

¿Cuál es la tendencia del mercado tras la crisis financiera?

Tradicionalmente los CDS era un negocio bilateral. Los problemas de liquidez desencadenados por la crisis han llevado a autoridades como la Comisión Europea o el Gobierno de EE UU a advertir del peligro de los CDS como potenciales magnificadores de la crisis. La tendencia es a que los contratos sean cada vez más estandarizados y fluyan a través de cámaras centralizadas, encargadas de garantizar la liquidez de compradores y vendedores.

El mecanismo de la cobertura
La mejor manera de entender el mecanismo de los derivados de riesgo de crédito es con un ejemplo: los CDS sobre bonos a cinco años del banco Santander cotizaban ayer a 75 puntos básicos. Eso significa que para cubrir una inversión de 10.000 euros en estos bonos había que pagar 75 euros.

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