jueves, 10 de septiembre de 2009

Los seguros han pagado ya más de quince millones por la granizada


El sector teme que los gastos se disparen cuando lleguen las lluvias y aparezcan filtraciones en techos provocadas por daños que han pasado inadvertidos

LUIS LÓPEZ| VITORIA

La granizada que asoló Vitoria el 1 de julio es mucho más que un recuerdo pintoresco. Aún estamos lejos de ver reparados todos los daños causados por las toneladas de hielo que se desplomaron aquel día sobre la ciudad: los vehículos abollados todavía son legión, igual que los pabellones industriales con techos perforados y las viviendas maltrechas. Y eso que, según se extrae de los datos recabados por EL CORREO de las principales compañías aseguradoras, estas empresas ya se han gastado más de quince millones de euros en hacer frente a los daños.
«Esa cifra aún va a engordar mucho», explican portavoces de AXA, la aseguradora con mayor implantación en el territorio alavés al copar casi el 20% del mercado. El motivo es que aún quedan muchos vehículos por arreglar, están pendientes peritaciones en empresas y, en ciertos casos, los pagos por siniestros se hacen a plazos y aún quedan fracciones por abonar. Sólo esta empresa se ha gastado ya cinco millones de euros en indemnizaciones.


Lo curioso del asunto es que, de esos cinco millones, la inmensa mayoría -3,6- han ido para pymes afectadas por el pedrisco. La explicación es que buena parte de esas empresas eran concesionarios que vieron cómo el hielo reventaba decenas de coches. De hecho, lo mismo le ocurrió a la aseguradora Zurich: «El caso más espectacular que hemos tenido fue la tramitación de un siniestro en un concesionario en el que se vieron afectados por la granizada más de 65 vehículos», explican portavoces de la compañía. Y estos daños no se incluyen dentro del apartado de automóvil, sino de siniestros de empresas.


Hasta Semana Santa
Pero nadie duda de que, cuantitativamente, han sido los particulares quienes han sufrido más los desperfectos en los coches. Y es aquí donde aún queda mucho por hacer. Según estimaciones de las compañías, unos 14.000 vehículos fueron machacados por el pedrisco. En AXA ya han tramitado 2.838 siniestros y han pagado por ellos poco más de un millón de euros. Basta hacer una sencillísima cuenta para constatar que los pagos salen a 358 euros por siniestro. ¿Cómo es posible esta raquítica cifra si quitarle los bollos a un coche cuesta unos 3.000? En la aseguradora reconocen que buena parte de los clientes atendidos llegaron sólo con las lunas rotas, mientras que un gran porcentaje de las indemnizaciones pendientes se refieren a los daños más cuantiosos. Así que cobra fuerza la previsión de que lo peor está por llegar.
De hecho, corredores de seguros consultados por este periódico especulan con la posibilidad de que, al final, la factura a la que deban hacer frente las aseguradoras ascienda hasta los cuarenta millones de euros.
¿Cuándo se desvelará la incógnita? «A finales de año, como pronto. Aunque lo más posible es que hasta la Semana Santa de 2010 no conozcamos el alcance total de los daños». Lo dice Natxo Vadillo, corredor de seguros y socio de Vadillo Asesores. No es sólo que las listas de espera en los talleres se estiren hasta el próximo mes de marzo, y sólo entonces se sabrá cuánto cuestan las reparaciones. Es que tanto él como otros colegas de profesión auguran un invierno duro en los inmuebles vitorianos.


Vadillo se explica y se refiere a los daños en tejados: «Cuando lleguen las lluvias y la nieve empezaremos a tener filtraciones». A su juicio, hasta el momento «sólo nos hemos fijado en los daños en claraboyas» y otros desperfectos evidentes. Pero cuando las nubes castiguen la ciudad durante varios días seguidos saldrán a la luz sorpresas desagradables. La cuestión es, ¿cómo probar tantos meses después que el mal estado de los tejados es fruto de la granizada? «Es la aseguradora la que debe probar que no lo es. Además, da igual cuál sea la causa: la compañía debe hacerse cargo de los gastos por el seguro de la comunidad de vecinos».
3.000 euros por 50 tejas
Y estas facturas no son una broma. Cambiar cincuenta tejas, lo que implica veinte horas de mano de obra, cuesta 3.000 euros, explican desde la correduría Asherco. Si se trata de reparar tejados de chalets «hay facturas que han subido a 10.000 euros», abunda Gerardo Martínez, gerente de Seguranza. Y en pabellones industriales no son extraños los gastos de 70.000 euros por daños en las cubiertas.
Cuestión aparte son los desperfectos en pisos protegidos por los seguros del hogar. En estos casos los daños son «mínimos», continúa Martínez, que cifra las facturas entre 1.000 y 1.500 euros por casa. Se refiere a cristales rotos, cerramientos, persianas... A eso se dedica Biharko, la compañía que trabaja con la Caja Vital y las otras dos cajas vascas. A finales de agosto ya le habían llegado 1.740 partes de siniestros en viviendas por el granizo, y estiman que podrán subir hasta los 1.900. De momento, ya ha desembolsado 1,2 millones de euros, y eso que, pese a estar a la cabeza en el segmento de hogar, sólo representa el 16% del mercado en Vitoria.

Fuente Elcorreodigital

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