lunes, 19 de octubre de 2009

Los casos de fraude al seguro se disparan casi un 60% en los últimos cinco años


DAVINIA DELGADO. CÓRDOBA Lunes, 19-10-09

Pese a los gastos millonarios que las compañías aseguradoras invierten en investigación para detectar e impedir los casos de fraude, la cifra de timos sigue «in crescendo» y a un ritmo pausado, pero constante. Así se desprende del último informe elaborado por el centro de Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA), al que ha tenido acceso este periódico, elaborado con los datos de 18 grandes compañías.
Desde 2004 hasta 2008, el número de estafas se ha incrementado un 58 por ciento, al pasar de 752 a 1.192.
Durante el periodo analizado, las subidas interanuales no han sido superiores al 14 por ciento -el año pasado, el aumento fue de un 11,2%-. Tan sólo en 2007, los casos se dispararon un 20 por ciento con respecto al ejercicio anterior.
La dinámica de las estafas no ha cambiado. El sector del automóvil sigue siendo el más defraudado. De los 1.192 asuntos detectados en 2008, 985 se produjeron en este ámbito. Representan un 82 por ciento del total.
Simular su propia muerte
También cabe reseñar que las estafas a seguros de vida, accidentes y salud se duplicaron el año pasado (de los 11 detectados en 2007, se pasaron a 22). Esto significa que cada vez hay más personas que ocultan a su compañía aseguradora que padecen una enfermedad terminal, con el ánimo de cobrar la indemnización, que, en estos casos, alcanza una media de 32.000 euros.
Igualmente crecieron los timos a seguros diversos (un 9,5 por ciento). Según explicaron fuentes de ICEA, consisten en la denuncia de un daño simulado, como por ejemplo un incendio o un robo.
«Con diversos grados, el defraudador principal es el asegurado, quien actúa de acuerdo con otros timadores», apunta el ICEA.
Los tipos de desfalcos más comunes que recoge la estadística están encabezados por el fraude en la suscripción, es decir, querer cobrar la indemnización de un accidente habiendo contratado el seguro tras el mismo.
También es muy común la simulación de un siniestro para percibir la indemnización sin perder el vehículo.
Otra forma de engañar a la compañía consiste en ocultar datos preexistentes o pedir reclamaciones desproporcionadas. Todo vale para sumar varios ceros a la cuenta.
A nivel nacional, a lo largo del pasado ejercicio, se registraron un total de 76.569 engaños, lo que representa un 5,7 por ciento más que el año anterior. De ellos, 59.377 afectaron al sector del automóvil; 15.655, a diversos y responsabilidad civil general; 1.295 a seguros de vida, accidentes y salud, y los 242 restantes, a otros ramos.
En relación con 2007, el ICEA ha detectado una leve disminución en el rendimiento de la investigación (37 euros por cada euro invertido en la detección de presuntos fraudes, frente a los 42 del año anterior). El porcentaje de timos evitados en relación con el importe total inicial reclamado alcanza un 69,3%.
En el caso de las estafas a compañías de seguros de coche, la investigación es minuciosa, según indicaron desde ICEA. El perito, si detecta algo extraño al analizar los restos del vehículo o las características del accidente, puede otorgar la segunda pista, mientras que la tercera es la solicitud de una indemnización elevada.
Medidas de control
Con todos esos indicios, la compañía se pone a trabajar y mediante varias actuaciones intenta desenmascarar la farsa. Entre ellas, están la comprobación de las circunstancias del asegurado, de los daños en los bienes y vehículos implicados, la realización de llamadas cruzadas, las entrevistas a familiares y vecinos o, incluso, aunque en un porcentaje muy reducido, la contratación de investigadores privados.
Pero son muchos los que salen impunes y logran el timo perfecto. Por eso las compañías se afanan en seguir mejorando sus medidas de control, apuntaron desde ICEA.

Fuente abc.es

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